Se han incrementado tanto los importes máximos de facturación de cada categoría como el impuesto integrado mensual correspondiente.
Los nuevos límites de facturación anual para permanecer en el monotributo son de $ 700.000 para prestación de servicios (anteriormente $ 400.000) y $ 1.050.000 para venta de bienes muebles ($ 600.000 previamente).
A modo de ejemplo del impacto de los cambios introducidos, un prestador de servicios que factura $ 300.000 anuales hasta el momento estaba incluido en la categoría I, con un máximo de facturación de $ 400.000 y pagaba un impuesto integrado mensual de $ 1.816. Con el nuevo esquema pasaría a estar en la categoría E, con un máximo para esa categoría de $ 336.000 (y $ 700.000 para permanecer en el monotributo) y pasará a pagar $ 700 mensuales.
Este nuevo esquema, si bien resulta más beneficioso (y justo que el anterior) para la gran mayoría de los monotributistas, presenta un aspecto a tener en cuenta en cualquier esquema de planificación fiscal y es el hecho de que se ha incrementado notablemente la brecha en el costo impositivo para aquellas personas que tienen que salir del monotributo, por superar los límites máximos de facturación. Esta situación debe analizarse adecuadamente y tenerse muy presente ya que el costo puede multiplicarse hasta por 5, dependiendo cada caso en particular.
Este y otros motivos hacen que sea necesario un adecuado asesoramiento profesional aún para contribuyentes con un esquema tributario en apariencia simple, como el monotributo.
De igual modo, estamos a disposición para aquellas personas que quieran conocer las nuevas escalas, categorías e importes del impuesto integrado.
En los próximos días nuestros clientes recibirán la notificación pertinente con los nuevos importes.
